Desde finales del año escolar 2014-2015, se ha venido desarrollando en el país procesos destinados a luchar contra la repitencia. Muy lejos de matrices tales como “lo que se quiere es pasar por pasar”, el MPPE viene implementando estrategias que permitan trabajar en la comprensión, el aprendizaje pertinente y la armonía cognitiva-afectiva, superando la lógica heredada de que un año escolar se reduce a sacar notas en unas materias. No es un momento para dejar de exigir, sino que, al contrario, es una oportunidad de repensar qué es lo que se está exigiendo y redimensionar la razón de ser del pedagogo y de la pedagoga en sus esfuerzos por lograr que nuestros y nuestras estudiantes se puedan desenvolver en el aprendizaje de las áreas o materias que se enseñan.
Los y las más vulnerables son los y las adolescentes que vienen del sexto grado, el “choque” entre un modelo y otro (primaria-media) es mayor. Es por esto que, dentro de las estrategias se crearon las preparadurías estudiantiles con la participación de estudiantes de cuarto y quinto años en la orientación y acompañamiento de sus compañeros y compañeras de primer año. Son muchos los logros en la reducción de la repitencia pero es necesario seguir en el esfuerzo pedagógico de replantearse LOS QUÉS, LOS POR QUÉS Y LOS PARA QUÉS de lo que estamos enseñando y lo que realmente nuestros y nuestras estudiantes están aprendiendo.
El artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que la educación es un derecho humano en tanto debe redundar en la vida, en la salud y en el vivir bien en su conjunto. Es un deber social fundamental, es gratuita y obligatoria, garantizando la formación integral de todas y de todos. Está fundamentada en todas las corrientes del pensamiento CON LA FINALIDAD DE DESARROLLAR EL POTENCIAL CREATIVO DE CADA SER HUMANO Y EL PLENO EJERCICIO DE SU PERSONALIDAD. Estos fines de la educación deben ser siempre la brújula que guía nuestros propósitos e intencionalidades pedagógicas, curriculares y evaluativas.
Así mismo, el artículo 44 de la ley Orgánica de Educación establece que la evaluación es parte del proceso educativo, es DEMOCRÁTICA, PARTICIPATIVA, CONTINUA, INTEGRAL, COOPERATIVA, SISTEMÁTICA, CUALI-CUANTITATIVA, DIAGNÓSTICA, FLEXIBLE, FORMATIVA Y ACUMULATIVA. Igualmente establece que se debe apreciar y registrar de manera permanente, mediante procedimientos científicos, técnicos y humanísticos, el rendimiento estudiantil, EL PROCESO DE APROPIACIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE LOS APRENDIZAJES, tomando en cuenta los factores sociohistóricos, las diferencias individuales y valorará el desempeño del educador y de la educadora y en general, todos los elementos que constituyen
